No quiero cuentos en los que el lobo mate abuelitas,
ni ser la chica "caperucita".


No quiero historias de princesas que vivan dormidas de por vida,
ni estar a salvo, solo si el chico me da la mano.


Y no es verdad que la madrastra sea perversa
ni cenicienta la niña ingenua.
No hay calabazas que sean carrozas,
ni es necesario perder el zapato
para tener tu propio palacio.


Titiritera y sin trinchera,
pido la paz en todas las lenguas
pero, que no me mientan los que negocian
con las guerras.


¡Qué no se ofendan "algunos muchos"
de que "otros cuantos" no nos traguemos nada del clero!


Intransigentes, indiferentes, santas conciencias que a mesa puesta,
vomitan miserias ajenas.


Enseñanza sin venganza
yo quiero versos de besos.


Titiritera de todas y de ninguna tierra.